La iglesia a través de sus representantes eclesiásticos sin fundamentos concretos, basados unicamente en aspectos morales que no son ni académicos ni científicos, buscan oponerse rotundamente a la decisión del Ministerio de Salud de distribuir las píldoras de anticoncepción oral de emergencia (AOE) gratuitamente, a pesar que la reconocida Organización Mundial de la Salud (OMS), apoyado en un estudio científico reciente, demostrara que las píldoras no eran abortivas.
Tanto el Presidente de la Comisión Episcopal de Familia y Defensa de la Vida, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi como el cardenal del Perú Juan Luis Cipriani han fijado su oposición ante estas píldoras, por atentar contra la vida de las personas, y este es un pecado imperdonable ante los ojos de Dios. No obstante, la OMS explica en el informe entregado al Ministerio de Salud que El levonorgestrel (componente de las píldoras AOE) evita que el espermatozoide llegue a fecundar el óvulo, este proceso solo se podrá dar entre los 3 primeros días. Explicando así que su función es más el de un anticonceptivo pues en las 72 horas antes que ya sea fecundado el óvulo y transportado al endometrio (lugar donde se aloja el óvulo fecundado y empieza a desarrollarse) la horas anteriores recién el espermatozoide empieza a fertilizar, por consecuente, el ser vivo aún no se concibe y por lo tanto científicamente entre ese tiempo no se da la muerte del algún ser concebido.
En el informe técnico-científico de la OMS además aclara, que las píldoras evitan la fertilización del espermatozoide o la ovulación, evitando su llegada o la concepción de este. Pero pasado los 3 días de formación de lo que será en primera instancia el embrión, las AOE no podrán causar efecto abortivo, ni dañarlo porque no contiene componentes capaces de expulsarlo del cuerpo de la mujer. Dejando en claro su propósito y refutando los puntos de vista de los detractores, pues el objetivo de repartir estas píldoras, es el de prevenir desgracias futuras como el de abortos ilegales por embarazos no deseados, violaciones, embarazos con males congénitos que perjudicarían en un futuro la vida las madres hasta el punto de morir como también retrasaría el progreso del país, debido a la taza de mortalidad y pobreza.
En contraposición con la Iglesia, esta institución teológica e ideológica debería cambiar la forma de pensar con respecto al aborto e informarse más de los textos científicos que brinda la OMS, y dejar al alcance de las personas de acuerdo a sus convicciones o a lo que crea conveniente la decisión de usar las AOE de manera adecuada evitando los excesos, precaviendo la muerte innecesaria por abortos ilegales y darles la oportunidad de rehacer sus vidas.La decisión por parte del Estado ya está en marcha, exhortamos a que antes de dar un juicio prematuro sobre estos temas que no se conocen del todo es mejor informarse.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs244/es/index.html
